Cómo decorar un comedor clásico, ideas que te encantarán

No siempre es fácil crear un comedor clásico, pero para eso estamos aquí. Con la ayuda de nuestra experta en decoración te vamos a mostrar una serie de claves con las cuales te será mucho más fácil conseguir el diseño que buscas. Si quieres renovar tu comedor, estas ideas te guiarán para conseguir un ambiente cómodo y sofisticado.

Colores para un comedor clásico

Para diseñar un comedor con estilo clásico, lo ideal es seleccionar colores que transmitan calidez y calma. Los tonos suaves como el crema, beige, colores tierra, blanco roto o grises claros funcionan muy bien. Estas tonalidades ayudan a resaltar la decoración y favorecen un ambiente relajado, perfecto para disfrutar momentos agradables con la familia o amigos.

Para darle un carácter único, se pueden incluir pequeños detalles en colores como verde oliva, burdeos o azul petróleo. Estos colores pueden estar presentes en elementos como cortinas, cojines o cuadros. Si se usan con moderación, estos toques de color aportan riqueza visual sin romper el equilibrio del estilo clásico, manteniendo la sensación de armonía y elegancia en el espacio.

Elección del suelo

El suelo de un comedor clásico es uno de los elementos que más influye en el resultado final del espacio. Las opciones más recomendadas son los suelos de madera natural o los que imitan su textura. Parqués, tarimas flotantes o incluso suelos laminados con aspecto de madera envejecida funcionan a la perfección.

A la hora de elegir el suelo del comedor clásico, te invito a visitar el catálogo de Briconeo.es donde podrás encontrar una amplia variedad de diseños que se adaptan a este estilo. Desde acabados rústicos hasta opciones más pulidas, este tipo de suelo refuerza el carácter elegante del ambiente y aporta calidez de forma natural.

Elección del mobiliario

Los muebles ideales para un comedor clásico transmiten firmeza y una sensación de historia. Es fundamental elegir mesas hechas de madera robusta, preferiblemente en colores como caoba, nogal o roble oscuro. Las sillas deben complementar esta estética, contando con respaldos altos y, cuando sea posible, con adornos tallados a mano o tapizados en telas finas como el terciopelo o el lino.

Un elemento característico en este tipo de decoración es la presencia de vitrinas o aparadores. Estos sirven para mostrar piezas de vajilla sofisticada, copas de cristal o libros antiguos, aportando un toque de elegancia. Además, estos muebles resultan prácticos porque permiten guardar objetos de forma ordenada, combinando funcionalidad con estilo tradicional. Así, el comedor adquiere un ambiente acogedor y distinguido que evoca épocas pasadas sin perder utilidad.

Vestir con textiles

A la hora de decorar, las cortinas que llegan hasta el suelo son un elemento clave en esta forma de decorar. Usar tejidos gruesos como el terciopelo o la seda da un toque sofisticado, mientras que materiales más livianos como el lino o el algodón crean un ambiente fresco sin perder estilo.

En cuanto a los manteles, es importante seleccionar aquellos hechos de lino con bordados delicados, colores neutros o diseños tradicionales. Este detalle puede transformar completamente el espacio. Si prestas atención a los acabados, intenta coordinar los textiles del comedor con los cojines o las fundas de las sillas para lograr un conjunto armonioso y elegante.

Elección de la iluminación

Una lámpara de araña situada sobre la mesa principal es un elemento clásico que define el estilo de un comedor tradicional. Se aconseja optar por modelos fabricados en cristal o en metal con un acabado envejecido, que cuenten con múltiples brazos y bombillas que emitan una luz cálida y acogedora. Esta pieza no solo cumple la función de iluminar el espacio, sino que también actúa como el centro visual de la habitación, captando la atención y aportando elegancia y personalidad.

Para complementar la iluminación principal, es recomendable instalar lámparas auxiliares, como apliques en las paredes o lámparas de pie. Estas fuentes de luz secundarias proporcionan una iluminación más suave y difusa, que ayuda a modular la intensidad de la luz según las necesidades del momento. De este modo, se consigue crear un ambiente más íntimo y confortable cuando se desea un espacio relajado o con un toque más cálido. Así, la combinación de diferentes tipos de luces permite adaptar la atmósfera del comedor para distintas ocasiones, desde cenas formales hasta reuniones informales o momentos de tranquilidad, haciendo que el espacio sea funcional y agradable en todo momento.

Decoración del salón

La decoración tradicional se caracteriza por elementos que recuerdan tiempos pasados. Por ejemplo, un espejo grande con marco tallado en madera o pintado en tonos dorados puede ser un punto focal. También, cuadros con marcos antiguos aportan un toque especial y elegante.

Es común incluir objetos como jarrones de porcelana y candelabros que refuerzan ese estilo. Los relojes, tanto los de péndulo como los que se colocan sobre mesas, complementan bien el conjunto.

Para darle más carácter al espacio, se pueden usar figuras de cerámica decorativa, libros con tapas de cuero y bandejas hechas de plata con aspecto envejecido. Todos estos elementos juntos crean un ambiente lleno de encanto y personalidad, que transporta a épocas anteriores con un estilo refinado y acogedor.

Toques naturales

Aunque este estilo no usa en exceso elementos naturales, se pueden incluir plantas y flores de forma cuidadosa. Por ejemplo, un centro de mesa con flores recién cortadas, un arreglo con ramas secas o una planta situada en un lugar con buena luz aportan vida y un toque fresco al entorno.

Es recomendable elegir especies que llamen la atención, como las hortensias, orquídeas o rosas. Para conservar la armonía con la decoración, conviene colocarlas en jarrones tradicionales, ya sean de cerámica o cristal tallado. Así se logra un equilibrio visual agradable.

Protagonismo del arte

Incorporar obras artísticas en un comedor tradicional permite reflejar elegancia de manera discreta. Se pueden seleccionar grabados antiguos, ilustraciones de plantas, retratos o pinturas de paisajes realizados al óleo. Es importante optar por marcos que combinen con el ambiente, como los de madera con apariencia envejecida, acabados dorados o con detalles ornamentales.

Si cuentas con piezas que han pasado de generación en generación, este espacio es ideal para exhibirlas. El comedor funciona como un lugar apropiado para rendir tributo tanto a la historia familiar como al arte, creando un ambiente cargado de significado y estilo.